La Iglesia Parroquial de Santo Tomás del s.XVI con reformas en el XVIII. La ermita del Cristo del Humilladero, de piedra, de una nave con armadura de madera. El Pico del Otero. Con una cruz. Desde allí se divisa todo el valle del Duratón.Hay un área recreativa de interés ecológico y turístico.
Pequeño pueblo a 67 kilómetros de Valladolid, que surge como un asentamiento militar, del cual todavía existen restos en un poblado. Sus casas, se ubican en pleno valle del Duratón, un valle en el que prima la frescura y el agradable ambiente que crea el río con la vegetación que le rodea.
En la margen derecha del cauce, existe un pequeño alto, conocido con el nombre del Pico del Otero, fácilmente distinguible, con una cruz en su cima. Una ascensión hasta el pico, nos va a permitir observar, cómo las laderas de los páramos que rodean el valle están prácticamente desnudas de vegetación, sin embargo, en el centro del mismo hay un verdadero oasis, donde las masas arbóreas, se suceden una tras otra, siguiendo el curso del Duratón.
Un parque recreativo junto al río con mesas y bancos, nos permitirá pasar un agradable día en el campo. Además, es un río con aguas torrenciales, por lo que se puede practicar piragüismo; además a su alrededor existe alguna playa fluvial.
Ubicado en la carretera que se dirige a Torre de Peñafiel, apreciamos el puente de madera construido con vigas de enebro que se suponen son todavía las originales y que tienen más de mil años de antigüedad. En las márgenes del río, además existe algún que otro sauce centenario.
Arquitectónicamente, en el centro del pueblo se eleva la torre que emerge de la Iglesia de Santo Tomás, un edificio del siglo XVI de tres naves que se cubren con bóveda de arista y yeserías del siglo XVIII. Cuenta con una capilla mayor, con bóveda de crucería con terceletes, y cinco retablos barrocos de gran belleza. Además posee dos ermitas, la de San Roque y la del Humilladero, a la salida del pueblo en dirección a la provincia de Segovia. Es del XV, realizada en piedra, con un bonito Cristo y armadura de madera.
Las fiestas se desarrollan el 16 de agosto, en honor a San Roque, cuando las verbenas, los juegos para niños, los bailes regionales y los fuegos artificiales componen el programa. El 21 de diciembre, festejan Santo Tomás, en un ambiente más relajado.